¿Hace tiempo que estás pensando qué hacer con la casa del pueblo? Además de reformarla para que logre conservarse en el tiempo (y con ella tus recuerdos), puedes sacarle partido convirtiéndola en una preciosa casa rural.
El turismo rural cada vez está más de moda, la gente intenta huir del estrés de las grandes ciudades y recurre a vías de escape cerca del campo o pueblos con más tranquilidad. Por ello, desde Mutua de Propietarios te damos algunos consejos para que puedas convertir una vivienda en una casa rural perfectamente habitable.
El primer paso es reunir todos los requisitos legales para poder constituirla. Aunque cada Comunidad Autónoma establece una serie de obligaciones, a nivel general hay una serie de variables que tu casa rural debe cumplir:
- Estado de la vivienda: en muchas ocasiones la normativa establece que la vivienda debe tener una antigüedad de mínima de diez años y conversar – al menos el aspecto – de la arquitectura tradicional.
- Ubicación y habitantes del lugar donde se localiza la casa: aunque depende de cada región, normalmente debe estar situada en municipios de menos de 1.500 habitantes (aproximadamente) o estar aislada.
- Número de habitaciones autorizadas: las casas rurales pueden tener hasta un máximo de 15 camas.
- Ventilación exterior
- Tener disposición de todos los suministros necesarios: agua, luz y calefacción. Despreocúpate de Internet, en el campo no es un suministro tan necesario…
- Medidas de higiene y un cuarto baño completo por cada seis plazas
- Botiquín
- Es obligatorio que la casa rural cuente con un teléfono, para poder solucionar cualquier contratiempo.
- Mobiliario mínimo: cama, silla, armario e iluminación en buen estado para su uso.
Una vez tengas estos aspectos en orden, podrás centrarte en la decoración de la vivienda. A pesar de que en muchas ocasiones las estancias en alojamientos rurales pueden resultar frías e incómodas, las casas rurales pueden hacerte sentir como en casa. Una decoración cuidada, acorde al entorno, puede ayudarte a crear espacios únicos, cálidos y acogedores. Y recuerda contratar un seguro de hogar con cobertura de contenido para que tus muebles y decoración siempre esté a salvo.