¡En Mutua de Propietarios sabemos que comprar una vivienda es una decisión muy importante! A parte de ser una gran inversión a largo plazo, muchas veces se trata también de un proyecto de vida, un lugar en el que formar una familia o cumplir sueños e ilusiones. A la hora de comprar una vivienda se plantean dos posibilidades principales, adquirir una casa de nueva construcción o una de segunda mano, lo que en la mayoría de los casos implica llevar a cabo una reforma posterior. ¿Tienes dudas? ¡Te ayudamos!
Por lo general, ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas, y en función del tipo de persona, sus necesidades y sus posibilidades, puede que sea mejor comprar una vivienda nueva, o bien reformar una antigua. Si el comprador dispone de dinero suficiente, será mejor apostar por adquirir una casa nueva, la inversión económica será mayor pero la calidad del inmueble en general, no sólo de la propia vivienda, sino también de las zonas comunes, será la mejor posible. Los gastos serán mínimos a largo plazo.
Si, por el contrario, el comprador cuenta con un presupuesto más ajustado, la opción más acertada será la reforma de una vivienda antigua. Hay muchos edificios que aún se mantienen en muy buen estado, y no tienen porqué resultar problemáticos, aunque es importante informarse bien de las características del inmueble. Una gran ventaja de las reformas es que pueden desarrollarse por partes, o cuando sea más conveniente para los propietarios. Los compradores pueden entrar a vivir e ir arreglando el inmueble poco a poco, adaptándolo a sus necesidades.
A la hora de comprar una vivienda nueva o una vivienda antigua también es importante tener en cuenta su ubicación, lo habitual es que una vivienda antigua esté mejor ubicada, más cerca del transporte público, colegios, tiendas o supermercados. Las viviendas nuevas suelen estar ubicadas en barrios de reciente creación que aún no cuentan con demasiados recursos.