La okupación es un problema real en España, son muchos los vecinos que sufren este conflicto en su edificio de viviendas. Además, la complejidad del problema hace que los procesos judiciales sean muy lentos y la resolución acabe siendo, en muchas ocasiones, inexistente. Desde Mutua de Propietarios queremos resaltar los riesgos y peligros de la okupación de inmuebles.
Este fenómeno urbano nació en los años 70 y perdura hasta el día de hoy, a causa, en la mayoría de las ocasiones de la marginalidad o la necesidad de familias o personas sin recursos. Ocupar una propiedad privada es un delito, y, por tanto, viene recogido en el código penal, en el artículo 245.2, en que se establecen penas de multa de tres a seis meses.
Más allá de la complejidad legal del problema, la okupación de viviendas da lugar a un gran número de riesgos que pueden poner en peligro incluso la vida de las personas que viven en el inmueble. Es el caso del incendio de Badalona, el pasado cinco de enero, que causó 3 muertos y 29 heridos, y que fue provocado por una sobrecarga eléctrica debido a que la luz estaba “pinchada”. Las viviendas okupadas disfrutan, en muchas ocasiones, de agua, luz o gas sin ningún tipo de control, lo que supone un gran riesgo para todos los vecinos. Ante esta situación, las inundaciones, los escapes de gas, o los incendios son muy comunes. Aunque algunos solo causan desperfectos en el inmueble, pueden llegar a provocar grandes desastres.
La okupación de viviendas pone en peligro, por tanto, la salud del inmueble y la salud de todas las personas que viven en él. Además de los riesgos provocados por la falta de recursos, el rechazo del resto de los vecinos hace que el ambiente sea conflictivo e inseguro, y de lugar, en muchas ocasiones, a disputas, peleas, denuncias, etc.