Desde Grupo Mutua Propietarios te contamos toda la información que necesitas saber sobre el título de propiedad de la vivienda y te contamos por qué es necesario para vender o alquilar.
¿Qué es el título de propiedad de una vivienda y cómo conseguirlo?
El título de propiedad es obligatorio para todos los propietarios que quieran alquilar su vivienda o que deseen llevar a cabo alguna gestión legal sobre ella, como venderla, hipotecarla o, incluso, reformarla con ciertos permisos.
Si quieres saber qué es, por qué es relevante y cómo puedes obtenerlo, desde Grupo Mutua Propietarios, como especialistas en la protección de los hogares, ¡te ofrecemos todos los detalles que necesitas conocer!
¿Qué es el título de propiedad?
El título de propiedad de una vivienda es un documento legal que contiene toda la información relativa a un bien inmueble: desde su descripción física (superficie, ubicación, límites) hasta los datos del propietario o titulares registrados. Este documento deriva de las escrituras públicas del inmueble, que se otorgan ante un notario y se inscriben en el Registro de la Propiedad.
En esencia, este documento sirve para acreditar que una vivienda pertenece a una persona en concreto, es decir, que es su legítima dueña. De este modo, el titular de este reconocimiento tiene el derecho de usar, disfrutar y disponer de la propiedad dentro del marco legal.
Además de la descripción del bien y los datos del propietario, en el título de propiedad también se integran copias de las primeras hojas de las escrituras del inmueble y las cargas ya existentes (como hipotecas). Así aparte de certificar la propiedad de forma administrativa, también se señala el estado legal de la vivienda.
¿Es lo mismo el título de propiedad que la escritura de una vivienda?
Normalmente se piensa que son los mismos documentos, pero no es así. La escritura de una vivienda no es lo mismo que el título de propiedad. De hecho, tienen diferencias muy importantes.
La escritura es un documento legal donde se registra la compraventa de un inmueble. En ella se recogen las firmas de las dos partes del contrato y también las del fedatario público y el notario. En este documento se especifican las obligaciones y derechos que tiene una persona sobre la propiedad que compra o hereda.
El título de propiedad, por su parte, se obtiene a partir de la escritura una vez que ésta ha sido inscrita en el Registro de la Propiedad y es un documento imprescindible para terminar el proceso de escritura de un inmueble puesto que fortalece el reconocimiento jurídico de la persona que adquirió o heredó una casa. Es decir, que se podría afirmar que la escritura es el paso previo y necesario para llegar a obtener el título de propiedad.
Por tanto, aunque están estrechamente relacionados, un documento no sustituye al otro. Si únicamente cuentas con la escritura de una vivienda, legalmente no tendrás todos los derechos reconocidos como propietario.
¿Cómo puedo conseguir el título de propiedad?
Para conseguir el título de propiedad de una vivienda, es indispensable que la propiedad esté inscrita en el Registro de la Propiedad. Si aún no has realizado este trámite, deberás presentar los siguientes documentos, de forma presencial o telemática, en la Oficina Registral correspondiente:
- Una copia autorizada ante notario de la escritura pública de venta.
- Un impreso de autoliquidación.
- La acreditación de la presentación del documento necesario para pagar la plusvalía municipal mediante justificante.
Tras la presentación y validación de estos documentos, el Registro emite una certificación registral, que es el título de propiedad legal del inmueble.
¿Qué hacer si pierdes el título de propiedad?
Perder el documento original no significa perder la propiedad, puesto que se puede solicitar una copia simple o autorizada en el Registro de la Propiedad donde está inscrita la vivienda. Dicha copia posee la misma validez legal para la gran mayoría de los trámites y también sirve de prueba de titularidad en procesos administrativos y judiciales.
¿Necesito el título de propiedad para alquilar una vivienda?
Sí, el título de propiedad es un requisito indispensable para poder alquilar un inmueble de manera legal y segura. Gracias a este documento los propietarios tienen la potestad para firmar contratos de arrendamiento, registrar inquilinos y conceder títulos a terceras personas sobre la vivienda.
El título de propiedad es un documento necesario para poder actuar libremente sobre un inmueble y, en caso de disputa, es la fuente última de autoridad.
Además, en situaciones de impago o conflictos con los inquilinos, disponer del título de propiedad facilita la defensa de los derechos.
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¿Qué pasa si hay varios propietarios de una misma vivienda?
En muchas ocasiones, las viviendas no tienen un solo dueño legítimo, sino que son propiedad de varios titulares debido a situaciones de herencias, compras conjuntas o sociedades conyugales.
Todos estos casos también quedan recogidos en el título de propiedad, ya que en el documento se indica a todos los propietarios, especificando el porcentaje de participación de cada uno de ellos. Esta diferenciación es fundamental, puesto que, en términos administrativos y legales, cada copropietario solo podrá actuar sobre la parte del inmueble que le corresponda, a no ser que exista un acuerdo unánime para decisiones como la venta total o el arrendamiento.
Para alquilar una vivienda que tenga más de un propietario es obligatorio que todos hayan dado expresamente su consentimiento. Además, cualquier modificación en el inmueble debe quedar recogido en el Registro, para que el título se actualice.
Cuando se dan situaciones de conflicto entre copropietarios, lo más adecuado es solicitar la división de la vivienda en común o pedir una mediación para llegar a un acuerdo que permita gestionar el inmueble de forma equitativa y eficiente.
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