Este verano, la crisis sanitaria provocada por el Covid19 va a suponer un gran número de restricciones en el uso de las piscinas públicas y comunitarias. Las que abran tendrán que aplicar medidas de higiene y seguridad, y una importante reducción de su aforo habitual. Ante esta situación, muchos han optado por instalar una piscina en su patio o terraza, dando lugar a un incremento masivo de las ventas de este tipo de piscinas. Sin embargo, a la hora de instalar una piscina, no sólo hay que tener en cuenta el espacio del que se dispone, también hay que respetar la normativa vigente, ¡toma nota!
En el caso de querer instalar una piscina portátil en un ático o terraza, es importante contar primero con un estudio técnico de la estructura del edificio para saber si el inmueble está preparado para soportar el peso del agua de la piscina, además, hay que tener en cuenta la normativa de protección del paisaje y patrimonio urbano que se aplique al edificio. En el caso de que se quiera instalar una piscina de obra, y no una portátil, será necesario solicitar un permiso al Ayuntamiento. Por el momento, la legislación española no recoge nada acerca del uso de piscinas portátiles en las terrazas o balcones, sin embargo, la normativa sí establece que cada metro cuadrado forjado de una vivienda debe ser capaz de soportar la presión de 200 kilos.
Si, por el contrario, se quiere instalar una piscina portátil en un patio, es decir, en una planta baja, se debe tener en cuenta si debajo hay otra planta, un sótano o garaje. En este caso, será necesario valorar el peso máximo que el suelo pueda soportar, y para ello será necesario contar con un estudio técnico de la estructura del edificio. Si la vivienda se encuentra dentro de una comunidad, será necesario también tener en cuenta la normativa de protección del paisaje y patrimonio urbano.
En cualquier caso, en Mutua de Propietarios recomendamos contar siempre con la opinión de un experto a la hora de instalar piscinas en cualquier tipo de vivienda o superficie.