Ha llegado el momento de poner fin al contrato de alquiler y te surgen dudas de cómo hacerlo porque no quieres tener problemas en el último momento. Es importante que todo quede claro entre inquilino y arrendador para que se cumplan todas las obligaciones del acuerdo previo y, aunque se puede elaborar un contrato a medida, con la voluntad de ambas partes, es recomendable recurrir a los consejos de profesionales. Por ello, desde Mutua de Propietarios, especialistas en seguros de impago de alquiler, te facilitamos dos de los modelos de terminación más comunes para poner fin al alquiler de una vivienda.
- Acuerdo de terminación con retención de fianza. Con este modelo se cierra parte de las responsabilidades, pero no se pone fin a la totalidad del contrato. Los motivos que llevan a adoptarlo suelen ser la falta de acuerdo entre las partes o la imposibilidad de cuantificar las obligaciones. Es por esto por lo que los expertos coinciden en que no es el mejor modelo para poner fin a un contrato, ya que habrá que esperar a que devuelvan la fianza, o la parte correspondiente, y conseguir la liquidación definitiva.
- Acuerdo de terminación con liquidación: pone fin a la totalidad del contrato y se evitan futuras reclamaciones: con la entrega de llaves, se efectúa la entrega de la fianza. Es el modelo más recomendable.
En cualquier caso, hay una serie de variables en las que inquilino y arrendador deben llegar a acuerdo en cualquier tipo de contrato:
- Determinar las condiciones de devolución de la vivienda: inventario y desperfectos.
- Establecer el periodo de renovación de contrato o, en el caso de no querer renovar, de finalización de contrato.
- Condiciones en las que se devolverá la fianza, para evitar posibles reclamaciones.
- Recoger por escrito las obligaciones a cumplir por parte del arrendador y arrendatario y su posible penalización si estas no se llevan a término.