La seguridad contra incendios es una preocupación primordial en el diseño y construcción de edificaciones modernas, y más aún desde el incidente en Valencia que hizo saltar las alarmas sobre los elementos ignífugos en las fachadas de los edificios. Por eso, la elección de materiales para la fachada de un edificio juega un papel crucial en la protección de la vida humana y la propiedad en caso de emergencia. Los elementos ignífugos, diseñados específicamente para resistir el fuego y frenar su propagación, son una parte esencial de cualquier estrategia de seguridad contra incendios.
En Grupo Mutua Propietarios vela por la seguridad y protección de las personas y sus inmuebles, y por ello hoy hablaremos sobre las normativas y consejos para elegir elementos ignífugos para una fachada de un edificio.
Normativa sobre elementos ignífugos en fachadas
En España, desde el año 2006, se establece la obligatoriedad de incorporar sistemas de protección contra incendios en los edificios. Sin embargo, muchos edificios carecen de un diseño adecuado pues la normativa no se aplica con carácter retroactivo. Se debe tener en cuenta que más de la mitad del parque residencial español tiene una antigüedad de más de 50 años, por lo que en el momento de diseñar y construir dichos edificios no aplicaba la normativa actual. Es por tanto muy importante revisar el estado de los sistemas de protección contra incendios de nuestro edificio y añadir el mayor número posible de medidas de protección, pues cualquier sistema de seguridad implementado representa una mejora respecto a la ausencia de medidas. En este sentido, recomendamos, además de disponer de extintores, la colocación de detectores de humo en las cocinas de nuestros hogares, pues son aparatos baratos y sencillos que se encuentran fácilmente en ferreterías y plataformas y que pueden avisarnos de un incendio antes de que éste se propague de forma fatal.
El fuego (llamas, humo, gases, flujos de calor etc.) tiene una trayectoria natural predominantemente ascendente debido a las corrientes convectivas. Por ello, la fachada del edificio es una de las vías más rápidas de propagación de un incendio, incluso cuando los materiales de revestimiento no contribuyan a la reacción, es decir, aunque no sean combustibles. El tamaño, la intensidad y la duración de la propagación depende principalmente de factores como la carga de fuego, el tamaño del recinto, su configuración geométrica y las condiciones de ventilación, además de los factores climáticos tales como la temperatura o el viento. Los incendios de grandes dimensiones suelen originarse y propagarse por una concatenación de estas causas y circunstancias extraordinarias
El mejor comportamiento ante el fuego se da en fachadas convencionales y/o constituidas por materiales no combustibles como el hormigón o la mampostería. Los sistemas de fachada ventilada pueden contribuir a la propagación del fuego a través de la cámara de aire, incluso aunque los materiales de revestimiento no sean combustibles. Las fachadas no convencionales constituidas de materiales no incombustibles pueden favorecen, dadas las circunstancias propicias (viento, existencia de otros materiales combustibles…), la generación de fuegos secundarios que extiendan un incendio. Estos revestimientos combustibles, además de favorecer la intensidad y velocidad de propagación del incendio, pueden generar gran cantidad de humos opacos y tóxicos que dificultan la evacuación de los ocupantes y la actuación de los equipos de rescate. Por eso, desde 2017 la normativa no permite el uso de materiales combustibles y obliga a sectorizar la fachada. Los proyectos se ejecutan desde entonces con materiales aislantes incombustibles como las lanas minerales (comúnmente conocidas como “lana de roca”).
La normativa europea UNE-EN 13501-1, clasifica los materiales y productos utilizados en la construcción según su comportamiento frente al fuego. Por ello, todos los productos deben haber sido ensayados frente al fuego según los procedimientos establecidos en los estándares publicados por el Comité Europeo de Normalización, conocido como CEN.
Esta reglamentación Euroclase se representa mediante un código que incluye una clasificación primaria de respuesta ante incendios para recubrimientos superficiales, variando desde “A” hasta “F”, un subíndice de emisión de humos, que oscila entre “s1” y “s3”, y un subíndice de goteo, desde “d0” hasta “d2”.
Consejos para utilizar y elegir elementos ignífugos
Seleccionar y utilizar elementos ignífugos en la fachada de un edificio requiere una cuidadosa consideración de diversos factores. A continuación, te mostramos algunos consejos:
- Investigación de materiales: antes de tomar una decisión, es fundamental investigar exhaustivamente los diferentes tipos de materiales ignífugos disponibles en el mercado. Por ejemplo, el mejor material constructivo ignífugo del mercado es el hormigón o la mampostería, que no propagarán el incendio pues no arden. Por tro lado, la lana mineral es un material aislante con un buen comportamiento ante el fuego.
- Evaluación de resistencia contra el fuego: la resistencia al fuego es un factor crítico a considerar al seleccionar elementos ignífugos. Se deben buscar materiales que hayan sido rigurosamente probados y certificados para cumplir con las normativas de resistencia al fuego aplicables, como bien hemos comentado anteriormente. Hay que prestar atención a las clasificaciones de resistencia al fuego, y elegir materiales que ofrezcan el nivel adecuado de protección contra la propagación del fuego y el humo.
- Mantenimiento regular y cumplimiento de normativas: una vez instalados, los elementos ignífugos requieren un mantenimiento regular para garantizar su efectividad continua. Asegúrate de seguir las recomendaciones del fabricante para el cuidado y mantenimiento adecuados de los materiales. Además, cumple con todas las normativas locales y nacionales relacionadas con la seguridad contra incendios y la utilización de materiales ignífugos en las fachadas de los edificios. El incumplimiento de estas normativas puede tener graves consecuencias legales y de seguridad.
- Consulta a expertos en seguridad contra incendios: si tienes dudas o necesitas asesoramiento adicional, no dudes en consultar a expertos en seguridad contra incendios, como ingenieros especializados o consultores en materia de construcción.
Cómo actuar ante un gran siniestro desde el punto de vista asegurador
Ante grandes siniestros que pueden afectar a un edificio, diversos seguros como los seguros de comunidad o los seguros de hogar pueden intervenir para resarcir los daños materiales en los inmuebles y/o su posible reparación. Si te interesa conocer más al respecto, te invitamos a visitar nuestro Hub de Influencia y leer el artículo “Cómo actuar ante un gran siniestro desde el punto de vista asegurador”, escrito por Jose Luis Marín, Subdirector General de Operaciones en Grupo Mutua Propietarios.
Así mismo, el pasado jueves 4 de abril desde Grupo Mutua Propietarios organizamos, junto al Centro de Estudios del Colegio de Mediadores de Seguros de Madrid, una jornada para tratar y revisar las características del aseguramiento de edificios en siniestros de alto impacto, en la que participaron Pedro M. Junquera, nuestro Delegado Centro, Jose Luís Marín de Alcaraz, nuestro Subdirector General de Operaciones, Pedro Maqueda, Director General de SENSEDI y Ángel Corada, Gerente y Presidente del Centro de Estudios del Colegio de Mediadores de Seguros de Madrid. Si quieres conocer más sobre esta interesante jornada, te invitamos a leer un resumen aquí: Grupo Mutua Propietarios analiza la gestión de incendios de edificios (mediadoresseguros.madrid)