El crowdfunding es un concepto relativamente novedoso y conocido en España que, a través de la cooperación colectiva, permite reunir el dinero o los recursos necesarios para poner en marcha o sacar adelante un proyecto determinado, principalmente a través de la red. Este concepto seguramente le sonará a todo el mundo pero si hablamos de crowdfunding inmobiliario, probablemente haya más desconocimiento sobre la materia. Permitidnos iluminaros al respecto.
Se trata de una modalidad de inversión colectiva que ha llegado a nuestro país hace 6 meses, y consiste en poner en contacto a los pequeños ahorradores con los grandes promotores inmobiliarios, a través de internet.
Tradicionalmente, la inversión en inmuebles había estado reservada a las grandes fortunas. Más tarde, llegaron los fondos de inversión inmobiliaria, facilitando la accesibilidad al ladrillo. Ahora, con el crowdfunding, se ha democratizado totalmente: a partir de 500 euros, el inversor puede escoger directamente el proyecto inmobiliario que más le seduzca.
Este nuevo canal es una alternativa a la financiación bancaria, y solo el tiempo dirá si consigue desplazar a los grandes bancos. De momento, en España han surgido tres plataformas de financiación colectiva (Housers, InvesReal y The Crowd Estates), todas ellas supervisadas por la CNMV, con el objetivo de ofrecer seguridad a los inversores.
Pero, ¿cómo funciona esta inversión? Hay dos maneras de instrumentalizarla, ya sea mediante una compra o mediante un préstamo. En el primer caso, el inversor compra una participación en una sociedad, que adquiere una vivienda, un local comercial, o una nave industrial. Esta sociedad se dedica a explotar el inmueble, y reparte los alquileres entre todos los inversores, en proporción a la participación que ha adquirido cada uno. Si el mercado lo permite, en un futuro, el inversor podría ganar una plusvalía por la venta del inmueble. En el segundo caso, el inversor presta dinero a un promotor, a un interés determinado, el cual construye o rehabilita un inmueble. Las plataformas de financiación se encargan del papeleo, y reciben una comisión a cambio por su intermediación.
A través de esta fórmula de financiación, que tiene sus raíces en el mutualismo, los inversores cooperan para tener acceso a mayores beneficios y para romper las altas barreras de entrada que rodean la inversión inmobiliaria. Además, con el crowdfunding, se puede lograr una gran diversificación.
Fdo: Ferran Camprubi. Responsable de Inversiones Financieras en Mutua de Propietarios