Tras un cálido y seco verano llega el otoño caracterizado, desde el punto de vista meteorológico, por una bajada generalizada de las temperaturas, una media de 15 grados, y un aumento de las precipitaciones.
Estas últimas tienen mucha incidencia en los siniestros debido a la gran cantidad de agua – entre los meses de octubre y noviembre se registran en torno al 27% de las precipitaciones anuales – y a la intensidad de las lluvias. En esta época se suelen producir las denominadas gotas frías, cuando confluyen en los niveles más altos de la atmósfera corrientes de aire muy frío con masas de aire cálido y húmedo. La diferencia de temperatura entre ellas provoca una fuerte inestabilidad y la aparición de tormentas intensas con abundante aparato eléctrico, fuertes vientos y granizo, que localmente pueden ocasionar muchos daños.
Desde Mutua de Propietarios, se observa que los siniestros más frecuentes en otoño son:
- Filtraciones de agua no canalizada: Cuando los desagües no son capaces de evacuar toda el agua precipitada en las terrazas, terrados o azoteas, al producirse el llamado efecto piscina, sobrepasando el agua el mimbel perimetral y filtrando a los pisos o locales. Para evitar este tipo de daños es muy recomendable realizar limpiezas periódicas de las cubiertas de los edificios y comprobar que no hay objetos que puedan obstruir los sumideros, reduciendo así su capacidad de evacuación.
- Daños por agua canalizada: Se dan al poner a prueba los bajantes pluviales, que ocasionalmente pueden entrar en carga, y es cuando se evidencia cualquier problema que pudieran tener provocando roturas, atascos, o filtraciones por las juntas de los diferentes tramos.
- Inundaciones: Con cierta frecuencia vemos en televisión imágenes de calles totalmente anegadas por agua y barro, que arrastran a su paso cualquier objeto que encuentran y se introducen en las viviendas o locales de los pisos bajos.
- Daños por pedrisco o granizo: De forma local, ocasionan importantes daños por su tamaño y por la violencia con la que caen.
- Caída de rayos y daños eléctricos: En algunas ocasiones, los rayos que acompañan a las tormentas impactan directamente en los edificios, aunque sin duda son mucho más frecuentes los daños provocados a aparatos eléctricos o electrónicos debido a las alteraciones eléctricas ocasionadas por las tormentas.
Fdo: Jose Luis Marin, Director Técnico y de Siniestros de Mutua de propietarios.