Cada día que pasa es más común cruzarse con vehículos eléctricos en cualquier desplazamiento que hacemos dentro de las ciudades españolas: coches particulares, taxis, motocicletas, etc. Podríamos pensar que, afortunadamente para nuestro planeta, la realidad de los vehículos eléctricos ya ha llegado. Que simplemente se trata de cierta voluntad política y de los ciudadanos para que el futuro se implante en nuestro día a día.
Pero, ¿están las ciudades preparadas para sustituir toda la flota de vehículos de combustibles fósiles por coches eléctricos? La respuesta es que aún no, y por ello las comunidades de propietarios constituyen un interesante punto de partida para arrancar con este tipo de iniciativa sostenible.
Vayamos por partes:
- Estado del arte de los vehículos eléctricos y capacidades
Si bien la tecnología básica de este tipo de vehículos nos acompaña desde hace muchos años, y siempre han ofrecido rendimientos entre 3 y 4 veces superiores a los motores de combustión, también es cierto que, en los últimos años, han evolucionado dos aspectos vitales para posibilitar su éxito: la capacidad de las baterías, y la gestión de la energía almacenada.
Estas (r)evoluciones han permitido que para un coche eléctrico normal, dispongamos de una autonomía de unos 120km – 170 km (dejemos de lado a los Tesla), y para una motocicleta, de unos 50km – 75 km.
Pensemos un segundo en nuestro día a día: ¿Es ésta autonomía suficiente para nuestro desplazamiento diario típico? Seguramente en un 95% de los casos, la respuesta será afirmativa.
- ¿Están las ciudades preparadas para la revolución eléctrica?
Desde un punto de vista práctico, si hoy me comprara un vehículo eléctrico seguramente no tendría demasiados problemas para encontrar disponibilidad en zonas de carga pública y gratuita, sobre todo debido a que hay pocos vehículos de este tipo.
Eso sí, si el volumen de vehículos empieza a aumentar, rápidamente empezaremos a tener un problema escenificado por pocos puntos de acceso y tiempos de carga muy elevados.
Es aquí donde las comunidades de propietarios podrían jugar un papel fundamental a la hora de aumentar dichos puntos de carga, aprovechando los aparcamientos de la finca, habilitados para tal fin. ¿Qué sucede si no disponemos de plaza de garaje y aparcamos en la calle? Para estos casos, algunos gestores de carga ofrecen la instalación de puntos de recarga en la vía para los usuarios. El gestor evalúa su viabilidad, pero depende del permiso municipal, y hay que vincularse con un contrato y bono de recarga mensual.
- ¿Qué necesita mi comunidad para llevar a cabo esta recarga?
Si la instalación se ubica en una plaza individual de garaje, sólo requerirá la comunicación previa a la comunidad. El coste de dicha instalación y el consumo de electricidad correspondiente serán asumidos íntegramente por el o los interesados directos en la misma.
De hecho, se deberá realizar en los edificios de nueva creación una preinstalación básica para que el propietario de cada plaza de aparcamiento pueda conectarse de forma posterior de una forma más sencilla y económica.
Por otra parte, en el caso de aparcamientos públicos deberá existir una plaza con un punto de carga por cada cuarenta plazas de vehículos.
Los garajes comunitarios difieren considerablemente de los garajes privados. Por un lado, la instalación se encarece debido a que precisa normalmente de más metros de cable que una instalación en vivienda unifamiliar.
La opción más económica sería realizar una desviación de un cable desde el piso del interesado, si queda situado en las primeras plantas. También, si así lo considera y aprueba la comunidad, es posible conectarse a la instalación comunitaria.
Si se dispone de una plaza de aparcamiento en un garaje comunitario de grandes dimensiones, la empresa encargada de instalar un contador pondría uno comunitario, de forma que todo aquel que desee un punto de recarga, sólo tendrá que solicitarlo.
Independientemente de la evolución tecnológica y de su implantación en las comunidades de propietarios, sería estupendo vivir una clara voluntad política para el desarrollo de los vehículos eléctricos: ¿os imagináis una plataforma de vehículos eléctricos compartidos, repartidos por toda la ciudad, para poder utilizarlos cuando los necesitemos? Estoy convencido que esto permitiría a las ciudades hacer pruebas y adaptarse, poco a poco, a la (r)evolución tecnológica que tarde o temprano, llegará.
Fdo: Borja Ribas, Director de Área Informes y Proyectos de Ingenium, Grupo Mutua de Propietarios