Con la llegada del frío, nuestro hogar se convierte en el refugio perfecto. Pero mantener una temperatura agradable no tiene por qué implicar un aumento en la factura de energía. Con unos pequeños gestos y algo de previsión, puedes conseguir un hogar más cálido, eficiente y confortable.
En el artículo de hoy, te contamos cómo lograrlo:
1. Comprueba el aislamiento de puertas y ventanas
Las rendijas por donde se cuela el aire frío son responsables de buena parte de la pérdida de calor. Pasa la mano cerca de los marcos y, si notas corrientes, coloca burletes o selladores adhesivos. Son económicos, fáciles de instalar y su efecto se nota desde el primer día.
2. Aprovecha la luz natural durante el día
El sol sigue siendo una fuente gratuita y muy eficaz de calor. Sube las persianas y abre las cortinas durante las horas de luz, especialmente en las estancias orientadas al sur. Por la tarde, ciérralas para conservar ese calor acumulado.
3. Ventila en el momento adecuado
Ventilar es esencial para renovar el aire y evitar la humedad, pero no hace falta mantener las ventanas abiertas demasiado tiempo. Con 5 o 10 minutos al día es suficiente. Hazlo preferiblemente a media mañana, cuando la temperatura exterior es algo más templada.
4. Purga los radiadores
Si tienes calefacción con radiadores, purgarlos al inicio del invierno ayuda a que funcionen de manera más eficiente. El aire acumulado impide que el calor se reparta correctamente, obligando al sistema a trabajar más de la cuenta.
5. Ajusta la temperatura de forma responsable
Cada grado de más en la calefacción puede aumentar el consumo hasta un 7%. La temperatura ideal está entre los 19 y los 21 ºC durante el día, y unos 17 ºC por la noche. Si cuentas con termostato programable, ajusta los horarios según tu rutina.
6. Revisa el estado de tu caldera o sistema de calefacción
Un mantenimiento adecuado no solo mejora el rendimiento, sino que también prolonga la vida útil del equipo y evita averías inesperadas en pleno invierno. Si no lo has hecho todavía, agenda una revisión con un técnico autorizado.
7. Textiles cálidos: tu mejor aliado
Las alfombras, cortinas gruesas y mantas de lana no solo decoran: también ayudan a mantener la temperatura del hogar. Aislan del frío del suelo y retienen mejor el calor, creando un ambiente más acogedor sin necesidad de subir la calefacción.
Un hogar más eficiente es un hogar más confortable
Preparar tu casa para el invierno no tiene por qué suponer una gran inversión. Con estos pequeños gestos conseguirás mantener el confort, reducir el consumo energético y cuidar de tu vivienda durante los meses más fríos.
En Grupo Mutua Propietarios, creemos que el bienestar empieza en casa. Cuidar de ella es cuidar también de ti y de quienes viven contigo.