El Gobierno ha anunciado que avalará el 20% de la hipoteca para primeras viviendas a jóvenes y familias con menores a su cargo si cumplen una serie de requisitos. Este aval podrá ser de hasta el 25% si la vivienda posee un certificado energético D o superior. ¿Te parece una medida acertada de cara a elevar la eficiencia energética del parque inmobiliario español?
Creo que es una buena medida que no puede leerse aisladamente sino dentro de una política dirigida a la mejora de la eficiencia energética de las viviendas, llevada a cabo por el ejecutivo. Esta medida a mi juicio tiene un doble objetivo: fomentar, por parte de los propietarios iniciales, la mejora energética de sus inmuebles para hacerlos más atractivos a sus potenciales clientes, en parte receptores de la ayuda y por otro lado, es una medida coherente con un gobierno que despliega un Plan de Recuperación y Resiliencia en el que uno de sus ejes principales es la mejora energética de las viviendas.
¿Qué opinas sobre que la Comisión Europea haya dado luz verde a que las deducciones fiscales a la rehabilitación de viviendas se prorroguen hasta 2024? ¿Es tiempo suficiente o habría que dilatar más los plazos?
Es sin duda una buena noticia cuyos principales beneficiarios son los particulares que podrán realizar obras con deducciones en la renta, siempre que estas reformas estén destinadas a reducir el consumo energético o por cuestiones de eficiencia energética conforme a las bases del plan. La cuestión es preguntarse por qué ha sido necesaria esta prórroga y si será suficiente. La realidad es que el ritmo de ejecución del Plan no se ha dinamizado suficientemente en todas las comunidades, donde el ritmo ha sido diferente. Según datos de los Colegios de Arquitectos, en 2022 se rehabilitaron en España 34.525 viviendas, apenas un 35% más que las 25.554 intervenciones anotadas en 2019. Aunque es una mejora, los datos están muy lejos de las 160.000 viviendas que el Plan de Recuperación se marcó como primer objetivo para el 2023. Realmente este es el problema.
Según datos de la Comisión Europea, los edificios son responsables del 40% de toda la energía consumida en la Unión Europea y del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero. La nueva Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios pretende conseguir que todas las viviendas tengan una etiqueta energética de clase E en 2030 y alcanzar la letra D en 2033. ¿Qué te parece esta iniciativa?
Efectivamente estos Estándares Mínimos de Eficiencia Energética (MEPS) marcados por la nueva Directiva de Eficiencia Energética de la Edificación (EPBD) plantean un desafío imponente para el perfil del parque edificado español donde más del 80% de los edificios y viviendas reciben una calificación energética E, F o G, es decir edificios ineficientes energéticamente. Sin duda se trata de la senda a seguir para lograr que en 2050 todo el parque edificado sea de cero emisiones. Un objetivo deseable pero muy complicado de alcanzar a juicio de la pesada inercia al cambio existente en el parque residencial español. Hay una falta de conciencia, por parte de la ciudadanía, en relación con la contribución que las mejoras de sus viviendas pueden hacer, no solo a sus economías particulares, sino a nuestro entorno común. Por otro lado, las malas experiencias en la gestión de fondos y ayudas por parte de comunidades de vecinos, pueden lastrar estas iniciativas. A mi juicio la medida es muy positiva, pero hay que trabajar mucho en la gestión y en facilitar al ciudadano los procedimientos para que, “las obras” puedan llevarse a cabo. Debemos recordar que, igual que están envejecidos los edificios, también lo está buena parte del padrón de habitantes del país. A medida que uno se hace mayor quiere hacer menos obras en sus casas, pues desafortunadamente la simple mención de la palabra “obras” se ha convertido en sinónimo de problemas y complicaciones.
El programa de ayudas para impulsar la rehabilitación energética de edificios y viviendas en España, financiado por los fondos Next Generation EU no ha conseguido despegar todavía. ¿Qué crees que hace falta para reactivarlo?
Se trata de una pregunta amplia y compleja para la que no tengo una respuesta concreta. Desde mi punto de vista hay algunas pequeñas cosas que podrían ayudar. Como muestra citaría la realización de un campaña universal y masiva de realización del certificado de eficiencia energética de los edificios. Sabemos que sin ello es imposible realizar ninguna inversión y aplicar incentivos fiscales. Realmente el gasto de este certificado, verdadera radiografía energética del edificio, es ridículo comparado con las ayudas a las que pueden optar las comunidades. Quizás debería haberse realizado una campaña de este tipo que pusiera al parque edificado en disposición de recibir las ayudas y tener ya una primera conciencia sobre la cultura de la eficiencia energética.
