1.- ¿Cómo cree que está afectando la inflación al coste de las pólizas multirriesgo de comunidades y qué consejos dan a los administradores y propietarios para ajustar coberturas sin perder protección?
El ramo de multirriesgos en general, está manteniendo subidas de prima principalmente por la presión de costes. La inflación, combinada con el alza de los precios de materiales de construcción, reparaciones y servicios, está provocando una notable subida en las primas de las pólizas. También hay que tener en cuenta la alta frecuencia de siniestros meteorológicos de los últimos años (no incluidos los cubiertos por el Consorcio de Compensación de Seguros), como los provocados por nieve, granizo, lluvia o viento, con tremendas concentraciones de daños en DANAS cada vez más habituales. Según datos de UNESPA, cerca de la mitad de los pagos por siniestros climáticos atendidos por aseguradoras en 2024 correspondió a las viviendas, seguidas de las industrias y de las comunidades de propietarios.
En este contexto, los mediadores debemos situarnos como asesor estratégico y orientar a la comunidad principalmente en tres ejes fundamentales: Impulsar acciones de prevención y mantenimiento, como inspecciones regulares de cubiertas, bajantes o sistemas de evacuación de agua, lo que puede disminuir la frecuencia y coste de siniestros. Verificar y actualizar los capitales asegurados para evitar que una baja valoración genere un infraseguro y otro punto importante es el de revisar franquicias y el perfil de siniestralidad para ajustar el equilibrio entre prima y auto-protección.
2.- ¿Qué cambios legislativos o regulatorios recientes considera que más están afectando a la actividad del mediador de seguros en el entorno de comunidades de propietarios?
En estos últimos meses han entrado en vigor o están en tramitación a nivel europeo y nacional varios marcos regulatorios que afectan tanto a aseguradoras como a mediadores.
El reglamento DORA, vigente desde enero de 2025 exige que todas las entidades financieras, incluidas aseguradoras, reaseguradoras y mediadores, sean digitalmente resilientes, es decir, que puedan prevenir, resistir y recuperarse de incidentes informáticos o tecnológicos (fallos, ciberataques, brechas, cortes de servicio, etc…) Aunque DORA no regula el producto asegurador en sí, impacta en cómo se gestiona, distribuye y atiende el seguro. Por ejemplo, en el caso de que la aseguradora que usa un proveedor externo, una app de videoperitación que permita a los vecinos enviar videos del daño en la fachada. Si ese proveedor sufre un ciberataque y se filtran los datos personales (nombres, direcciones, imágenes) la aseguradora es responsable ante DGSFP o EIOPA. Si una comunidad notifica un siniestro de agua a través del portal web o la app del mediador, y este portal se cae tres días por fallo informático, el mediador debe tener un plan de continuidad digital por lo que pasa a ser un eslabón auditable de la cadena de resiliencia.
La Ley Orgánica 1/2025 de Eficiencia Procesal, facilita que consumidores reclamen a aseguradoras y mediadores tras pasar por SAC/DGSFP. La ley en este caso refuerza el uso de los MASC, entre ellos la mediación, antes de acudir a un procedimiento judicial. Para un mediador de seguros, esto implica que en disputas de seguros (siniestralidades complejas, comunidades que se oponen al pago, litigios con aseguradoras), éste, pueda convertirse en un canal más habitual o incluso preferente. Por ejemplo, si en la comunidad surge un conflicto por impago de cuotas, siniestro sin acuerdo con la aseguradora, o discrepancia entre vecinos sobre un siniestro comunitario… antes de presentar demanda puede exigirse que se haya intentado una mediación o solución extrajudicial documentada lo que abre la posibilidad al mediador de asesorar y canalizar ese proceso, para lo que es necesario conocer cómo funcionan estos mecanismos alternativos.
Se encuentra en trámite la Ley de la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero, que puede centralizar las reclamaciones del cliente financiero (incluido el seguro) y acelerar resoluciones extrajudiciales.
Para la mediación de comunidades, estos cambios implican aumentar los controles internos, documentar adecuadamente los procesos de asesoramiento y revisar las obligaciones de información y reporte de la actividad comercial.
3.- ¿Qué papel está jugando la tecnología (insurtech) en la gestión de siniestros en comunidades de propietarios?
Las insurtech están impulsando la transformación del proceso de siniestros y de verificación antes de la contratación.
La videoperitación permite realizar valoraciones iniciales de daños desde el móvil o Tablet, reduciendo plazos de gestión y desplazamientos. Por otro lado, la inteligencia artificial y visión por ordenador ya evalúan imágenes o vídeos enviados por el cliente para estimar la reparación, detectar posibles fraudes y priorizar los casos que requieren atención inmediata. Es usual la utilización de drones para la inspección de cubiertas, fachadas o zonas de difícil acceso, lo que proporciona una visión segura, rápida y económica para el perito o la compañía.
También existen app que conexionan acciones e información entre administradores de fincas, propietarios, compañía y mediador.
Aquí el papel del mediador consiste en poner en conocimiento a la comunidad sobre estas nuevas herramientas, trasladando su beneficio en tiempos y costes, proveer el acceso y permisos necesarios para aplicar estas tecnologías en la comunidad y comprobar que los protocolos están claros al menos en el contrato de seguro, actuando como puente entre la tecnología, la aseguradora y la comunidad, mejorando experiencia, eficiencia y satisfacción.
4.- ¿Cómo valora el nivel de cultura aseguradora en los propietarios y qué se puede mejorar desde su posición como mediador?
Aproximadamente el 74% de los hogares españoles disponen de un seguro de hogar y según datos de UNESPA en el segmento de jóvenes independizados, recoge que el 41% declara proteger su vivienda con un seguro, por lo que vemos que aún queda un evidente recorrido de aseguramiento y consciencia para este sector.
En líneas generales, la penetración del seguro en viviendas particulares es elevada. No obstante, persisten importantes brechas de protección derivadas de capitales desactualizados y pólizas que, una vez contratadas, no suelen revisarse ni adaptarse a las nuevas necesidades del hogar ni a los cambios en sus garantías y exigencias de cobertura. Muchas pólizas se quedan “ancladas en el tiempo” principalmente las contratadas con motivo de hipotecas.
En cuanto a comunidades de propietarios observamos un buen grado de adopción del seguro, teniendo constancia de siniestros frecuentes, lo que refuerza la necesidad del seguro para comunidades. Aunque encontramos ámbitos de mejora, por ejemplo, muchos propietarios desconocen el valor real de los bienes comunes asegurados (cubiertas, fachadas, zonas comunes..) y las repercusiones de un infraseguro. Otros confunden las coberturas de la póliza de comunidad con las de hogar individual, lo que puede generar reclamaciones o expectativas erróneas. Desde nuestra posición como mediadores, podemos ofrecer productos de compañías especializadas en multirriesgos de hogar y comunidades, y hacer sesiones informativas, boletines o material gráfico sencillo que explique aspectos de siniestros recurrentes y cómo se interviene, especialmente si se trata de una comunidad de uso especial (corredor comercial, alquiler turístico, garajes 24h…) En definitiva, aumentar la cultura aseguradora haciendo consciente al propietario de la variabilidad del riesgo y su correcto aseguramiento.