La reciente promulgación de la nueva Ley por el Derecho a la Vivienda en España ha generado una serie de cambios significativos en el mercado de alquiler. ¿Has detectado entre tus clientes propietarios una percepción de incremento del riesgo al que se enfrentan en el alquiler de viviendas?
El entorno de la nueva Ley de Vivienda ha generado un ambiente de inquietud entre los propietarios de inmuebles. Primero, porque el régimen de alquiler se ha convertido en un verdadero sudoku para el arrendador: límites de la renta en las Zonas de Mercado Residencial Tensionado en función, nace la figura de los Grandes Tenedores de Vivienda… Lo mismo ocurre con actualización de las rentas, que ya no se referenciará al IPC. Parece que todo se les ha puesto cuesta arriba. Sin embargo, cuando los arrendadores adquieren verdadera consciencia del incremento de riesgo que asumen con la nueva ley es cuando se detienen en analizar los plazos de tramitación judicial y los informes previos a las demandas por desahucio. La nueva ley puede llevar un proceso de desahucio hasta los ocho años por las nuevas consideraciones de vulnerabilidad del arrendatario. Si esta vulnerabilidad se profesionaliza en lo que hoy llamamos ‘inkiokupa’ o tiene una buena asistencia legal. No resulta muy difícil hacerle comprender que en el nuevo panorama que se dibuja, los arrendadores van a “necesitar” cubrir el 100% del riesgo de impago y esto sólo lo puede hacer una aseguradora. En esto los mediadores tenemos una labor muy importante porque somos los mejor preparados para advertir al propietario de la equivocación que supondría confiar en una agencia negociadora de alquiler que en sus servicios ofrece la protección de la renta, ya que son sociedades mercantiles sobre las que no existe ningún ente público regulatorio que vele porque la sociedad disponga de los recursos propios que garanticen su solvencia y capacidad para hacer frente a sus compromisos, a diferencia de las aseguradoras, que se encuentran controladas por las DGSFP. Desde mi punto de vista, las aseguradoras, con sus productos de protección de la renta van suplir a la perfección para los arrendadores los nuevos riesgos que trae la nueva Ley de Vivienda.
Ante los resultados publicados, en general negativos, de las Compañías en el ramo de Seguro Comunidades en 2023, ¿Has detectado alguna reacción de las aseguradoras para corregir estos resultados?
El ramo de seguro de comunidades ha tenido una elevada siniestralidad en 2023, además creciente. Esta evolución se ha acompañado, cada trimestre, de un resultado de la cuenta técnica de no vida (CTNV) negativo. En contraposición, otros multirriesgo como el industrial, comercial y el de hogar, han registrado tasas positivas de la cuenta técnica de no vida, pese a haber registrado también una evolución creciente de la siniestralidad. Ahora bien, cada compañía aseguradora tiene un ‘mix’ determinado y cada ramo se gestiona de acuerdo con los criterios generales de cada entidad. Las soluciones que se adoptan no son, por tanto, homogéneas. Y lo mismo sucede con los resultados del ramo de comunidades. No me atrevería, en cualquier caso, a hablar de “reacción”. Desde el Colegio de Madrid, nos consta que la apuesta por la distribución mediada de un ramo como comunidades ha permitido a las compañías situarse por encima de la media porque proporcionan un asesoramiento adecuado de prevención de riesgos a un colectivo tan especializado como el de administradores de fincas.
¿Estás trabajando ya con Inteligencia Artificial? ¿En qué ámbitos o procesos concretos crees que se podrá aplicar la Inteligencia Artificial Generativa en el día a día de tu oficina?
Todos llevamos mucho tiempo trabajando con inteligencia artificial. Y la mediación no puede sustraerse a utilizarla porque la están utilizando todas las aseguradoras para poder dar un mejor servicio a los clientes. La inteligencia artificial empieza a hacerse hueco en todos los ámbitos de la mediación, tanto en persona física como en corredurías y agencias. Aunque volvemos a la misma respuesta de antes: en cada caso se aborda desde perspectivas diferentes. Yo diría que el acercamiento general de momento es experimental. Desde el Colegio hemos dado un peso especial a la inteligencia artificial aplicada a la gestión de corredurías y agencias de seguros y realizado múltiples jornadas de formación para nuestros colegiados, en los últimos dos años, y con un fuerte aforo de interesados, por cierto. No podemos decir que la mediación sea ajena ya a su implementación. Incluso tiene cada vez más adeptos en la consulta de datos que interesen al cliente y que puedan obtener en el momento pidiéndoselo por voz directamente al móvil. Si ves que el mediador hace eso, significa que ya tiene un soporte que lleva mucha dedicación detrás. Detalles como preguntar al móvil antes de entrevistarse con un cliente cuál es el nombre de su mujer o marido, por ejemplo, van a hacer que la IA se vaya abriendo paso en la mediación por los beneficios que va proporcionar.
En diversos foros de mediadores existe especial preocupación por el relevo generacional en la mediación de seguros. ¿Cuáles crees que son las principales razones que no atraen a las nuevas generaciones para seguir en el negocio familiar?
El relevo generacional en las pymes es un problema recurrente que llevamos abordando hace tiempo y la mediación no escapa a esa tendencia. Muchos colegiados se iniciaron en la mediación en el negocio familiar y ahora esa entrega familiar del testigo profesional parece que está perdiendo pulso. Hay múltiples razones que explican este ‘éxodo’ generacional para los que lo quieran llamar así. Principalmente, que la sucesión en una correduría, por ejemplo, es un proceso delicado que debe atender a ciertos protocolos. Es una labor de gobernanza que debe superar los posibles conflictos familiares y establecer estructuras claras, procesos transparentes para apuntalar el buen rumbo de la correduría tras la entrega del testigo. Pueden surgir problemas si no se ha abordado un proceso tan delicado como el relevo generacional con la antelación adecuada. Posiblemente son esas situaciones las que se comentan en esos foros. También es verdad que la figura del mediador nació con el ‘baby boom’. Somos producto de esa generación y ahora convergen en el momento de la jubilación muchos compañeros de la mediación que tienen que decidir, ya sean persona física o jurídica, qué hacen con su negocio. Esto explica en parte también la ola de concentraciones que estamos viviendo por parte de los fondos de inversión. También hay ejemplos en los que son los empleados de la correduría o la agencia los que compran la empresa al titular.
De cualquier manera, sigo siendo optimista con la atracción del talento joven a nuestras agencias o corredurías. Nuestro sector, es un sector, estable, dinámico y solvente, tres características que ponen en valor nuestra profesión y que sin duda aportan una seguridad a las nuevas generaciones que en otros sectores no podrán encontrar.