Ante los cambios en la nueva Ley de Derecho a Vivienda y en el mercado inmobiliario, ¿Has detectado en las comunidades de propietarios una percepción de incremento de la preocupación al que se enfrentan en el alquiler de viviendas?
Así es, sobre todo en aquellos propietarios de viviendas arrendadas. En este aspecto, muchos propietarios ven reducidas sus rentas dado que el IPC supera la subida permitida por el gobierno.
La regulación de los precios, nunca, NUNCA, ha traído éxito económico en las sociedades donde se ha implantado.
También los arrendadores se ven obligados a abonar los gastos de gestión inmobiliaria o jurídica. Algo que, normalmente se hacía persé o pactado entre ambos (en libertad). Ahora no, ahora se persigue al propietario beneficiando, tan solo, a una parte.
No ha supuesto, por el momento un problema generalizado, pero sí preocupa cada vez a mas propietarios.
Según nuestro reciente informe sobre ‘Satisfacción Vecinal’, una de cada tres personas tiene problemas con sus vecinos en España. ¿Qué medidas se podrían impulsar desde las comunidades de propietarios para mejorar esta situación?
En mi opinión no son problemas vecinales sino de la sociedad. Hace unos días tuve que expulsar a un cliente que entró a mi despacho gritando. La misma semana que escribo estas palabras, una compañera del despacho tuvo que colgar el teléfono a una señora que la insultaba verbalmente. La sociedad está cada vez más polarizada y esto conlleva problemas de convivencia en: Familias, entidades laborales, asociaciones…. Y por supuesto en comunidades de propietarios.
Las medidas debemos ponerlas cada individuo, intentando la no intromisión en el pensamiento o acciones externas y más no siendo de nuestra incumbencia. En ocasiones la polarización política que sufrimos en España en la última década crispa a muchos ciudadanos y esa crispación se ve reflejada en situaciones cotidianas.
Particularmente en el ámbito de las Comunidades de Propietarios, la mediación funciona cada vez mejor.
En diversos foros de AAFF existe especial preocupación por el relevo generacional en la Administración de Fincas. ¿Cuáles crees que son las principales razones que no atraen a las nuevas generaciones para seguir en el negocio familiar?
Esta profesión ofrece a la mayoría de los profesionales una estabilidad económica que no todas las profesiones ofrecen. La mayor parte de su trabajo se desarrolla en lugares donde no se pasa frío en invierno ni calor en verano. Es decir, no estás en una obra picando ni recogiendo acelgas a la intemperie.
Ahora bien, no todo el mundo está dispuesto a sacrificar parte de su vida a esta profesión, y me explico: Un Administrador de Fincas suele comenzar su jornada laboral a las 8-9:00 y su hora de finalización, en muchas ocasiones, supera las 20-21 o 22:00 (salida de las juntas de propietarios). Es un trabajo, por tanto, muy sacrificado que no todo el mundo está dispuesto a realizar.
Sin mencionar la impertinencia diaria que se tiene que aguantar de cierto sector (por fortuna mínimo), de los propietarios.
En el último Congreso de AAFF de Alicante se habló de trabajar la Administración de Fincas con mayor visión empresarial. ¿Crees que los empleados responsables del trato directo con las comunidades tienen el perfil profesional adecuado para cumplir este objetivo? ¿Cuáles crees que son las habilidades que necesitarían desarrollar para conseguir este objetivo?
Cada día es más complicado encontrar personal que esté dispuesto a mediar, cara a cara, con los propietarios. Como antes decía, hay muchos tipos de personas y la gran mayoría de los propietarios son personas sensatas y con educación, pero siempre existe un porcentaje, por pequeño que sea, de propietarios que piensan que los causantes de sus humedades son las personas que están al otro lado del teléfono o el mostrador en el despacho.
En mi opinión la mayor habilidad que una persona debe tener para trabajar en un despacho profesional que se dedique a la Administración de Fincas es la empatía y la siguiente la mano izquierda.
No tener estas dos cualidades o habilidades supondrá llegar todos los días a casa de mal humor y eso no hay salario que lo soporte.