¿Cuáles crees que son las principales preocupaciones de los españoles hoy en día en materia de vivienda?
La preocupación de los españoles por la vivienda ha tomado protagonismo, no es una apreciación personal, de este administrador de fincas, sino una evidencia incuestionable. Tómese como indicador y ejemplo, el último barómetro de enero de 2024 publicado por el CIS y donde, entre los 56 temas que más preocupan personalmente a los españoles, en el séptimo lugar, está la vivienda. Un estudio financiado por el Ministerio de Derechos Sociales que aplica un modelo estadístico para predecir la exclusión residencia estima que un 29,5% la padecen y un 12,4% están en riesgo de exclusión.
Esto viene siendo así, sobre todo, desde diciembre de 2022. La compra o el alquiler de una vivienda, cada vez es más difícil, marcando la agenda social y política del país. Los retos asociados al acceso, precio, calidad y sostenibilidad de las viviendas se han agudizado en los últimos años, reflejando una crisis habitacional que afecta tanto a jóvenes buscando su primer hogar como a familias que buscan mejorar su calidad de vida.
Este artículo se adentra en las principales inquietudes de los españoles respecto a la vivienda, analizando las causas subyacentes y explorando las posibles soluciones propuestas desde distintos ámbitos.
El acceso a la vivienda
El acceso a la vivienda se ha convertido en un obstáculo significativo para muchos españoles, especialmente para los jóvenes y las familias de ingresos medios y bajos. La combinación de precios elevados, tanto en compra, el precio de la vivienda lleva subiendo desde los últimos 10 años, como en alquiler, donde en muchas ciudades se baten los máximos históricos, y la escasez de ofertas accesibles, sitúa a España entre los países de Europa con mayor dificultad para acceder a una vivienda digna.
Este escenario se ve agravado por el incremento de la demanda en áreas urbanas y turísticas, donde la falta de incentivos a la vivienda protegida y la irrupción de la inversión en viviendas vacacionales limitan, aún más, las opciones disponibles para los que buscan una residencia permanente, a un precio asequible.
La evolución de los precios (En 2022 el incremento fue del 7,2%, el mayor encarecimiento en 15 años) ha tenido un impacto directo en la calidad de vida de los españoles, incrementando la carga financiera sobre los hogares y limitando otras áreas de gasto personal y familiar agravada por la subida de los tipos de interés, con la consecuente pérdida de poder adquisitivo.
Los fenómenos como la gentrificación y el desplazamiento de población local alteran, actualmente, la composición social y cultural de muchos barrios, que, por ende, pierden también su identidad. Málaga, la ciudad desde donde se escribe este artículo, es un claro ejemplo de esto.
Corresponde a los ayuntamientos poner “puertas al campo” y establecer un modelo de ciudad que permita las viviendas turísticas, pero limite los efectos perniciosos, haciéndolas compatibles con el uso residencial.
Calidad y Sostenibilidad de la Vivienda
La calidad de las viviendas en España varía significativamente, con muchos edificios antiguos que no cumplen con los estándares modernos de habitabilidad (sobre todo accesibilidad) y eficiencia energética. El 87% de los edificios de viviendas necesitan mejorar su accesibilidad. En concreto, las actuaciones de eliminación de barreras arquitectónicas que serían necesarias para ello supondrían un coste medio por hogar de 1.361 euros, según el cálculo realizado por la Fundación Mutua de Propietarios.
Según los datos de un informe que se elaboró conjuntamente por la Fundación Mutua de Propietarios y la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COEMFE) en 2021, de los 2,5 millones de personas con movilidad reducida en España, 100.000 nunca, o prácticamente nunca, pueden salir de sus domicilios por este motivo.
De los 25 millones de viviendas que tenemos en España, más de la mitad se construyó antes de 1980; y del resto, una parte muy importante ronda los 40 años. Según un estudio del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, un alto número de viviendas españolas se encontraban en el escalafón más bajo del certificado de eficiencia energética (el 84% del parque se situaba en la escala E, F y G), y necesitaban una rehabilitación energética para evitar un gasto medioambiental innecesario. La necesidad de renovación y mejora es evidente, especialmente en el contexto de la transición hacia una economía más verde y sostenible.
Las preocupaciones sobre la calidad de la vivienda incluyen desde problemas estructurales hasta la falta de aislamiento térmico y acústico, pasando por sistemas de calefacción y refrigeración ineficientes. Estos problemas no solo afectan la comodidad y seguridad de los habitantes, sino que también tienen un impacto ambiental significativo, contribuyendo al consumo excesivo de energía.
Frente a estos desafíos, las iniciativas para promover la sostenibilidad en el sector residencial, como los fondos europeos “Next generation”, la implementación de estándares de construcción más estrictos y el fomento de prácticas de construcción sostenible, resultan insuficientes y la transformación del parque residencial español hacia modelos más sostenibles y eficientes está resultando un proceso lento y costoso que requiere y seguirá requiriendo de un fuerte compromiso tanto por parte de las administraciones como de los propietarios.
Políticas de Vivienda.
La nueva Ley de Vivienda, que entró en vigor el 26 de mayo de 2023, pretendía mejorar la protección de los inquilinos, pero sus efectos generan inquietud e incertidumbre entre inversores y propietarios particulares. Muchos propietarios deciden sacar sus viviendas del mercado del alquiler residencial al término de sus contratos para ponerlas en otras modalidades de alquiler, como el turístico o el alquiler por habitaciones, o directamente por el mercado de venta. Esta situación está generando tensiones en los precios y mayor ansiedad en las familias que necesitan una vivienda en alquiler y deben competir en un mercado con una oferta muy inferior a lo que se necesita y cada vez más exigente con los arrendatarios, dado que los arrendadores compensan la incertidumbre con la exigencia de mayores condiciones económicas y garantías más elevadas.
No es una buena idea hacer políticas enfocadas a dar respuesta al derecho constitucional a la vivienda, sirviéndose de una regulación que vulnera la propiedad privada y “trata” de regular los precios. Al final conseguimos un efecto contrario, es decir, que los colectivos vulnerables, a los que les resulta más difícil el acceso al alquiler, no sólo no ven mejorar su situación, sino que experimentan una mayor dificultad en solucionar su necesidad de vivienda.
Falta de un parque de vivienda pública de venta y alquiler.
Desde el 2020 hay una acuciante falta de vivienda pública. El INE calcula que en España se formarán unos 217.000 nuevos hogares cada año hasta 2027. Eso significa, que necesitamos un millón más de hogares en los próximos 5 años, pero se construyen la mitad. En 2022, el número de visados de obra nueva fue de 110.000 viviendas, cuando la creación neta de hogares fue estimada por la EPA en 210.000.
El gobierno español, junto con las administraciones autonómicas y locales, implementan políticas y programas destinados a abordar la crisis de vivienda y facilitar el acceso a una vivienda digna y asequible. Pero es indudable, que estas medidas son insuficientes y se necesitan actualizar las condiciones de construcción de vivienda protegidas y eliminar una burocracia insufrible, para que la iniciativa privada, aprecie rentabilidad y el desarrollo del suelo destinado a viviendas protegidas pueda acometerse, más allá de la capacidad de las comunidades autónomas y ayuntamientos. para actuar como promotores. Se necesita de un enfoque más integrado y sostenible para resolver la crisis habitacional a largo plazo.
Conclusiones y Perspectivas Futuras
Las preocupaciones de los españoles en materia de vivienda reflejan una compleja interacción de factores económicos, sociales y políticos. El acceso a la vivienda, los precios elevados, la calidad y la sostenibilidad emergen como desafíos críticos que requieren una atención urgente y coordinada de todas las partes interesadas.
Mirando hacia el futuro, es probable que la demanda de viviendas más asequibles, sostenibles y de calidad continúe creciendo. Esto requerirá no solo un aumento en la oferta de vivienda protegida y asequible, sino también un compromiso renovado con la innovación en la construcción y la rehabilitación de edificios existentes para mejorar su eficiencia energética y habitabilidad.
En conclusión, la situación de la vivienda en España presenta desafíos significativos, pero también oportunidades para repensar y rediseñar el futuro habitacional del país. Con políticas adecuadas, innovación y colaboración entre las administraciones, el sector privado y la sociedad, es posible avanzar hacia un sistema de vivienda más inclusivo, sostenible y justo.